el C i e l o y el I n f i e r n o

Cuántas veces escuchamos decir que los pecados nos arrastran al infierno y las virtudes nos llevan al cielo, más allá de la muerte.
Un sin fin de leyes religiosas y otras no tan religiosas, nos muestran qué "se debe" y qué "no se debe" hacer... Sin embargo, los homo-sapiens (¿hombres que piensan?), se dedican más tiempo a las injurias y la violencia que a construir un mundo mejor. Los deseos inconcientes, el instinto animal, la crudeza de sobrevivir (que nos expone todo el tiempo), son maneras de explicar las conductas de un ser que evolucionó, pero no sabe muy bien por qué. El cielo y el infierno son dos mundos ficticios creados por la cultura y diversas religiones para justificar los actos del hombre, incluso también son creados por la propia mente. Si nos portamos bien, en el cielo nos recompensarán y seremos felices por toda la eternidad. Si nos portamos mal iremos al infierno y allí nos torturarán por los siglos de los siglos. Es difícil creer que el purgatorio sea la antesala del cielo y del infierno, allí donde analicen nuestros actos en una especie de balanza cósmica...Así, Dios nos regala el paraíso si la balanza se muestra inclinada positivamente, y el Diablo nos condena.
En este mismo sentido, entonces, cada polo (Dios y el Diablo) tienen un trabajo muy específico...
Pero por mala suerte para todos, la vida no es tan fácil. No siempre podemos elegir el no equivocarnos, no siempre podemos ser bondadosos. El cielo y el infierno, modeladores tal vez de la conducta en algunas culturas, o verdaderos senderos prometedores después de la muerte, nos fascinan y nos inspiran; incluso para quellos que no creen en ellos son "lugares comunes" en nuestras conversaciones e ideas en general.
El Cielo es la perfección, los ideales cumplidos, la satisfacción de haber llegado a donde queríamos...quizá la sonrisa de un hijo después de haberle dado un exquisito baño...Tal vez el paraíso sea el primer día después de finalizada una guerra.
El cielo y el infierno son destinos, pero se encuentran en la tierra, en el transcurso de nuestras vidas.